29 de junio de 2009

Durmientes y Roncadores

Hay dos tipos de personas que entran en diferentes estados cuando cae la noche y apartan la vigilia para liberar el sueño:

El Durmiente. Es un estado inconsciente de belleza que se manifiesta cuando el cuerpo se relaja de tal forma que es bello en sí mismo.
El Roncador. Es un estado inconsciente de tosquedad que se manifiesta cuando el cuerpo se relaja de tal forma que es amenazante en sí mismo.
¿Hay algo más grotesco que cuando alguien está completamente en silencio tenga que abrir la boca para no decir nada pero perturbar la paz del durmiente? El ritual de silenciar ronquidos comienza en un fracasado intento de acallar como si estuvieras acunando a un bebé; en el siguiente paso una se vuelve más violenta, el famoso codazo para un cambio postural surte efecto a muy corto plazo, después de probar estas técnicas varias veces y combinarlas, la almohada acaba por cubrirte la cabeza junto con la sábana, apenas puedes respirar, pero el maldito ronquido sigue taladrándote el tímpano, ese ronquido rítmico, acompasado, con una cadencia bilabial al expirarlo… es entonces cuando la ira, la impotencia y el sueño dan paso a la mudanza a media noche para terminar desvelándote en el sofá.

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