17 de junio de 2009

Espinitas clavadas

Hay algunas espinitas clavadas en el subconsciente que en ese momento no pudieron ser resueltas y tuve que engullirlas junto con mis pensamientos. Si volviera a tener la ocasión en la actualidad de liberar por la boca aquellas espinitas …

Le diría a aquel ex que pasó de mi: _”Vaya, ¿sigues sólo? No me extraña. Pues yo conocí a una persona maravillosa que nada más verme no me dejó escapar”.

Le diría a mi ex jefe: -“ Gracias por haberme despedido de aquella mierda de trabajo. Ahora soy jefa de mi propio trabajo. Puedes meterte tu editorial por donde te quepa”.

Le diría a aquella profesora que pensaba que era una bala perdida: -“Pues sí, me licencié sin problemas, claro que la motivación es labor del profesor para captar la atención del alumno y mejorar así su rendimiento, o por lo menos esa es mi filosofía cuando doy clase a diario”.

Y le diré a mi compañera que me llamó gorda delante de todos si me lo vuelve a llamar : -“Pues hija, tú mírate eso porque esa delgadez obsesiva que tienes roza lo patológico, y no lo digo yo, pero la fuerza de la gravedad a ciertas edades ensalza más las arrugas, las patas de gallo y los descolgamientos”.

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