19 de febrero de 2009

Teclas y manos

Las teclas de un piano, las manos se deslizan suavemente acariciándolo, buscando una y otra vez la nota perfecta, en su conjunto, la melodía que vuelve a sonar de forma infinita cada vez que alguien lo acaricia, lo imperecedero y a la vez efímero en el tiempo, guardándolo en la memoria como en una cajita el devenir musical…
Suenan y hablan, suenan y cierro los ojos, suenan y quiero que sigan sonando.
Todo momento en la vida tiene detrás una melodía al piano, un alegro, vivace, adagio…
A lo lejos oigo un piano, está melancólico, es un nocturno, no soy capaz de escuchar nada más a mi alrededor, no hay nada más, sólo las teclas de un piano…

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