1 de noviembre de 2010

¡Ay mi cuquita!


Bolita de pelo de orejotas caídas, suave, mimosa, siento tu lengua darme besitos sobre mi cara y tu ronroneo cálido de nariz pausada al acariciarte. La casa está quieta sin ti, tan vacía... no se escucha tu corretear por los pasillos, ni entre las sillas, las cortinas no se mueven si no es por el viento, ya no me sigues. Echo de menos tu brincar entre mis pies, tu gesto esperando en la puerta de la cocina sobre la alfombrita a que te de un trocito de comida, tus posturas, tu olor a heno, echo de menos tirarme al suelo para jugar contigo, llamarte cuquita, que me saludes cuando llego, ver cómo te acicalas tus orejitas. Me duele dejar las puertas abiertas y camino mirando el suelo para no pisarte...aunque sé que te has ido.

¡Ay mi cuquita! ¡cuánto te echo de menos!

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