21 de enero de 2009

Vita, vitae


No es magia,
sí unos polvos mágicos
un receptáculo de vida y
la vida en un receptáculo,

una tripa henchida de amor,
un albergue de manos que acarician lo que hay en el interior:
un envoltorio, una caverna, el túnel de la vida…

un latido de corazón,
un cordón escindido que fusiona,
el demiurgo: la única creación de carne y hueso,
un llanto,
una teta que amamanta,
un regazo caliente, el olor de la piel a leche…
una palabra: mamá, para siempre.

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