Un hombre alcanza su madurez plena cuando es capaz de comprarse él solito su ropa interior, hasta ese momento tendrá la madurez física, mental y social suficiente, pero no completa. Si su madre le regala calcetines, malo, si su madre le regala gallumbos, aún peor. No ocurre así con las mujeres. A ninguna tía se le ocurre regalar unas bragas porque no tenga muda que ponerse, todo lo contrario, las regalamos y adquieren otro cariz diferente, son sexis, bonitas, graciosas, van a juego con el sujetador…
Las madres son las peores amigas para este tipo de madurez. Las madres que compran calzoncillos a sus hijos no saben el daño que hacen a la sociedad porque se convierten en suegras que acaban comprando la ropa interior a tu marido, y en ese momento echan por tierra cualquier paso que hubiera hacia la madurez absoluta.
Las madres son las peores amigas para este tipo de madurez. Las madres que compran calzoncillos a sus hijos no saben el daño que hacen a la sociedad porque se convierten en suegras que acaban comprando la ropa interior a tu marido, y en ese momento echan por tierra cualquier paso que hubiera hacia la madurez absoluta.
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