-¿Puede alguien enamorarse platónicamente de un abrigo?-Puede. Yo lo vi allí colgado, en su percha, tan mono. Fue un flechazo, pero cuando miré el precio...
sólo puedo pensar en ese abrigo, que sigue allí colgado, esperando, en su percha...
YO INTENTO SER FELIZ,
No hay comentarios:
Publicar un comentario